Tres premisas se imponen en el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) en el corto y mediano plazo: enfrentar el sectarismo, principal cuestionamiento de la base y del chavismo en general, agrupar organizaciones de distintas ideologías en el Polo Patriótico cuando restan seis meses para un 2012 electoral, y apaciguar las diferencias internas que se exaltaron hace pocas semanas cuando por el impopular método de la cooptación se terminaron de escoger las autoridades medias de la tolda roja.
"Ese método generó menos ruido que unas primarias", dijo el directivo de esa organización Rodrigo Cabezas durante una visita realizada a El Universal donde acudió para hablar como diputado presidente del Parlatino/Venezuela y, luego, como directivo del partido del presidente Chávez.
-¿Por qué no hubo primarias en el PSUV para elegir a las autoridades medias sino que prefirieron el método de la cooptación que ha sido tan impopular en la base? Además, asomaron que tampoco habrá primarias para elegir sus candidatos el próximo año.
-En el año 2010, durante su último congreso el PSUV aprobó sus estatutos y allí se establecieron varios métodos para la selección de los candidatos y los órganos del partido. Uno de esos métodos es la cooptación. No estamos haciendo nada ilegal. Se consideró que en este momento era correcto utilizar la cooptación por la coyuntura política, por razones estratégicas y para no sumergir al partido en una diatriba interna.
-Pero igual la diatriba interna está. El PSUV oriente está encendido y el vicepresidente de esa región, Cabello, es señalado por el gobernador de Monagas...
-Ciertamente en una región del oriente se han presentado algunos inconvenientes, pero en la inmensa totalidad de la República hemos constituido todos los equipos regionales, municipales y parroquiales que son mil 60, de manera que tenemos una maquinaria de equipos de dirección partidista de cerca de 19 mil hombres y mujeres que estamos en la estructura orgánica del partido.
-En la marcha de campesinos e intelectuales chavistas que se realizó la semana pasada contra la impunidad hubo muchas críticas al PSUV, de hecho el PSUV no fue invitado a participar. ¿Qué ocurre allí? Se supone que serán parte del Polo Patriótico. ¿Por qué hay tanto rechazo del chavismo hacia el partido del Presidente?
-Uno de los desafíos que tenemos a corto y mediano plazo está claramente en una de las líneas estratégicas que el partido discutió y aprobó, que es derrotar el sectarismo. Algunos elementos de desviación se han presentado y se crearon roces con fuerzas sociales y populares. Pero hay una rectificación en ese sentido, es una guerra al sectarismo. Hay que comprender que el partido es vanguardia importante pero que para sumar fuerzas para el socialismo hay que incluir a una diversidad de movimientos sociales, intelectuales, científicos que no necesariamente militan en el PSUV.
-¿Cómo hacer que el PSUV respete a esas minorías chavistas?
-Desde un punto de vista pedagógico estamos tratando de hacer comprender a los equipos dirigentes que el PSUV es importante pero no es todo, sobre todo cuando se trata de temas societarios, de problemas de la globalidad social. Requerimos para los combates sociales la más amplia política de unidad con sectores diversos, con matices sobre visiones de sociedad que puedan acompañarnos en la construcción del ideal socialista. De hecho en la convocatoria del Polo Patriótico el presidente Chávez ha insistido en que hay que unirnos más allá de la izquierda y que no necesariamente tienen que ser socialistas o comunistas los que integren ese Polo Patriótico.
-Entonces de otras tendencias también...
-Es que puede estar allí en el Polo Patriótico incluso gente que no sea de izquierda pero que sea nacionalista y que asuma el programa de liberación nacional que estamos adelantando en esta etapa de transición que permita recuperar la industria del petróleo y con una política exterior plenamente soberana. Será un espacio para liquidar vestigios de sectarismo y utilizar los mayores grados de amplitud y este tiene que ir mas allá de la izquierda o sería un fracaso. Eso está entendido totalmente por los equipos dirigentes que son 19 mil militantes que ahora forman parte de la estructura organizativa. Nosotros leímos y mejoramos el documento de acción política en la que hay un cuestionamiento a niveles de sectarismo que nos ha hecho daño.
-¿Cómo va a abordar el PSUV el problema interno que se presenta en varias zonas pero sobre todo en Monagas?
-Siempre habrá... bueno, aquí vale el pensamiento bíblico que dice que el que esté libre de pecado que lance la primera piedra, siempre habrá uno que otro inconveniente interno. Lo que se reclama a los equipos dirigentes es que cualquier divergencia se resuelva en el interior del partido y no en los medios de comunicación. El partido tiene mecanismos para resolver diferencias y así se va a hacer. Más allá de lo que ocurre en Monagas el balance es altamente positivo. Venimos de hacer una tremenda discusión sobre las líneas estratégicas y vamos a prepararnos para la campaña electoral. Hay un lineamiento para acompañar al Gobierno en misiones estratégicas como la Misión Vivienda. El partido viene invirtiendo su tiempo en ver como ayudar al Gobierno.
-¿El costo político de la cooptación no es más fuerte que el de las primarias?
-No. Para nada. Te doy el ejemplo de Zulia. Si las últimas primarias generaron un ruido de 10 puntos este modelo generó un ruido de un punto, casi imperceptible Para nosotros es muy importante tener una vida interna tranquila en el partido.
El Universal
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