Movimiento obrero se engranará para agilizar el socialismo en las empresas
El presidente Hugo Chávez está molesto porque el movimiento sindical venezolano no ha logrado cimentar una estructura que conecte las grandes decisiones con la organización de los trabajadores en las fábricas.
Los ensayos han sido reiterados en los últimos años, especialmente tras el paro petrolero de los años 2002 y 2003, después de lo cual se desmontó casi totalmente a la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV). Fuentes del Alto Gobierno, quienes prefirieron el anonimato, destacan que la molestia del primer mandatario obedece al descontrol y atomización del movimiento laboral que, en estos siete años desde el desmantelamiento de la central opositora, no han logrado engranarse.
Los consultados indicaron que el balance sobre las organizaciones laborales de corte político que el Gobierno nacional ha impulsado es negativo. Citaron como ejemplo el fracaso de las patrullas socialistas, órganos formados desde el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) para movilizar a los trabajadores y organizar a la clase trabajadora con el fin de implantar el modelo productivo socialista.
Hacia los 3 millones
Ahora los trabajadores oficialistas dejarán atrás las experiencias fallidas para concretar una alianza entre las federaciones de trabajadores y los sindicatos de base, cuyas directivas han sido legitimadas en elecciones internas, para crear un encadenamiento que permita resolver la brecha que existe entre la definición de los lineamientos izquierdistas y su ejecución en las industrias.
Uno de los líderes de ese proceso será el presidente de la Federación Única de Trabajadores Petroleros de Venezuela (Futpv), Wills Rangel, quien aseguró que la semana próxima se reunirán para definir la realización de un encuentro de trabajadores en el que se definan las bases y estructura de la nueva central sindical.
"La idea es dirigir las políticas junto al Estado en lo que tiene que ver con las reivindicaciones de los trabajadores", manifestó el dirigente.
La premisa es aglutinar entre dos y tres millones de trabajadores en la nueva central oficialista, quienes provendrán de los sectores público y privado, bajo el entendido de que las autoridades no se elegirán a dedo, como ha sucedido en experiencias como la Unete.
"El problema de las organizaciones actuales es que no hay gente detrás de los dirigentes y cada quien quiere conservar su pedazo de poder", indicó.
El presidente de la Futpv señaló que si los dirigentes que se mantienen dentro de la Unete quieren participar en los comicios que se realizarán para elegir a la directiva de la organización, cuyo nombre no se ha definido, podrán hacerlo.
Emular el aparato de la CTV
El movimiento es liderado, además de Rangel, por Ángel Navas (sector eléctrico), Pedro López (sector educativo) José Mora "Siguaraya" (sector telecomunicaciones) y Francisco Torrealba (trabajadores del Metro), entre otros.
El presidente de la Futpv destacó que la idea es crear un aparato similar al de la CTV, con federaciones, sindicatos, burós sindicales y toda la cadena de organizaciones que permitan engranar a las organizaciones laborales de todo nivel para llevar adelante el programa productivo del socialismo, basado en el control obrero.
Rangel indicó que, si bien el Frente Socialista de Trabajadores del PSUV había concentrado la toma de decisiones políticas sobre el movimiento laboral, no representa realmente a la masa laboral.
La visión es compartida por las fuentes consultadas en el Alto Gobierno, quienes resaltan que la presencia protagónica de la ministra del Trabajo, María Cristina Iglesias, en esa instancia imprimen la percepción de que las decisiones allí tomadas se imponen desde el Ejecutivo nacional.
El Universal
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