El 1ro de mayo el Presidente se convertirá formalmente en candidato por cuarta vez en 12 años pero desde ya, como en las anteriores ocasiones, se adelantó a la campaña electoral: en las últimas cadenas nacionales se ha permitido momentos de autopromoción contraviniendo la ley y enojando a sus opositores que, otra vez, lo acusan de cometer peculado de uso, de corrupto y de abusador.
Más allá de los epítetos, justificados o no, el analista y politólogo Angel Oropeza considera que paralelamente a las denuncias de abuso de poder la oposición debe adoptar una estrategia dirigida a las percepciones de los electores que ya comenzaron a recibir el mensaje del presidente Chávez y su versión de las causas de penurias como la crisis eléctrica, la falta de viviendas y la inseguridad personal.
La oposición, causante de esas penurias según el discurso dirigido desde el poder, debe, considera Oropeza, dejar de escuchar a Chávez y comenzar a oír a la gente para combatir en el terreno de las percepciones y las interpretaciones. El objetivo, explica, es que no quede sólo una versión de las causas de los problemas.
La apreciación hecha por el Presidente en 2009 sobre que hay que ganar "la batalla de la mente" tiene plena vigencia, dice Oropeza, quien recomienda a los dirigentes de la Mesa de la Unidad hacer un trabajo en la calle para lograr vender al candidato presidencial de 2012 y la propuesta opositora.
"No sólo se trata de denunciar la mentira sino dar la otra versión, acercarse a la gente porque la política de calle es un juego de percepciones", añade el especialista. La idea es lograr el link perceptual entre la penuria y la causa del sufrimiento: "Ya Chávez está haciendo ese link cuando dice que él no es el causante del problema sino el que está antes y si la gente no tiene ese link va a seguir pensando que el responsable de los problemas es lo que estaba antes de Chávez, esa es su estrategia política. Además, él no dice nada distinto y tal como están las cosas el resultado electoral dependerá más de lo que haga la oposición, o deje de hacer, que de lo que haga o no el Gobierno".
La estrategia que debe aplicar la oposición es a largo plazo que debe comenzar ya y durar hasta el momento de las elecciones, así no esté definido el candidato de la oposición.
En ese mismo esquema el coordinador de Primero Justicia Julio Borges señala que la dirigencia opositora "debe ocupar el tiempo en un discurso disciplinado, focalizado en que el país abra los ojos sobre la contradicción de que el Gobierno, después de 12 años teniendo todos los recursos, tiene la economía del país por el piso".
Para Borges la tarea es evitar que prive la competencia entre los candidatos a las primarias: "Hay que enfocarse en revelar la verdad de que hay un Gobierno sostenido por la mentira y en que en Miraflores no hay un Presidente gobernando sino un Presidente en permanente campaña electoral".
Más allá de los epítetos, justificados o no, el analista y politólogo Angel Oropeza considera que paralelamente a las denuncias de abuso de poder la oposición debe adoptar una estrategia dirigida a las percepciones de los electores que ya comenzaron a recibir el mensaje del presidente Chávez y su versión de las causas de penurias como la crisis eléctrica, la falta de viviendas y la inseguridad personal.
La oposición, causante de esas penurias según el discurso dirigido desde el poder, debe, considera Oropeza, dejar de escuchar a Chávez y comenzar a oír a la gente para combatir en el terreno de las percepciones y las interpretaciones. El objetivo, explica, es que no quede sólo una versión de las causas de los problemas.
La apreciación hecha por el Presidente en 2009 sobre que hay que ganar "la batalla de la mente" tiene plena vigencia, dice Oropeza, quien recomienda a los dirigentes de la Mesa de la Unidad hacer un trabajo en la calle para lograr vender al candidato presidencial de 2012 y la propuesta opositora.
"No sólo se trata de denunciar la mentira sino dar la otra versión, acercarse a la gente porque la política de calle es un juego de percepciones", añade el especialista. La idea es lograr el link perceptual entre la penuria y la causa del sufrimiento: "Ya Chávez está haciendo ese link cuando dice que él no es el causante del problema sino el que está antes y si la gente no tiene ese link va a seguir pensando que el responsable de los problemas es lo que estaba antes de Chávez, esa es su estrategia política. Además, él no dice nada distinto y tal como están las cosas el resultado electoral dependerá más de lo que haga la oposición, o deje de hacer, que de lo que haga o no el Gobierno".
La estrategia que debe aplicar la oposición es a largo plazo que debe comenzar ya y durar hasta el momento de las elecciones, así no esté definido el candidato de la oposición.
En ese mismo esquema el coordinador de Primero Justicia Julio Borges señala que la dirigencia opositora "debe ocupar el tiempo en un discurso disciplinado, focalizado en que el país abra los ojos sobre la contradicción de que el Gobierno, después de 12 años teniendo todos los recursos, tiene la economía del país por el piso".
Para Borges la tarea es evitar que prive la competencia entre los candidatos a las primarias: "Hay que enfocarse en revelar la verdad de que hay un Gobierno sostenido por la mentira y en que en Miraflores no hay un Presidente gobernando sino un Presidente en permanente campaña electoral".
El Universal
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