"Empleados públicos, gente de misiones y contratistas del gobierno reciben amenazas".
Dashiell López, coordinador de Contraloría Electoral de Súmate, advierte que si bien es posible votar sin el menor temor de que se sepa por quién se hizo, todavía existe miedo, en algunos sectores de la población acerca de las represalias que se pueden sufrir porque, reconoce, aún persiste una campaña para generar la sensación de que hay mecanismos diversos capaces de detectar la decisión individual de los electores.
-¿Determina la abstención el temor a que el voto no sea secreto?
-Desde Súmate consideramos importante repetir el mensaje de que el voto es secreto y cuando lo hacemos siempre hemos esperado que las personas acreditadas por los partidos hagan las revisiones técnicas del sistema (máquinas de votación, captahuellas). Hay empleados públicos, beneficiarios de misiones y contratistas del Gobierno que reciben cierto tipo de amenazas en cuanto a que será posible conocer sus preferencias electorales. Pero no hay forma de que la máquina de votación guarde un registro. El secreto del voto está garantizado y hay mucha confianza en ese sentido. La gente debe tener la información para que ejerza su derecho al voto de acuerdo a su conciencia y sin ningún tipo de temor ante la coacción y la intimidación para que favorezca cierta tendencia política.
-¿Persiste la campaña dirigida a generar ese temor?
-Tenemos denuncias en ese sentido. La campaña se desarrolla dentro de los ministerios e instancias del Gobierno, donde los supervisores les dicen a los empleados que deben votar por sus candidatos. No obstante el elector debe saber que no hay posibilidades de que se conozca por quién votó y la única forma de verificarlo es que vote acompañado.
-¿Hasta qué punto ha sido posible neutralizarla?
-Siempre hemos advertido que el voto es secreto y lo es en la medida en que no se han conformado nuevas listas, desde aquella de Tascón. Incluso, con los resultados de las regionales de 2008, asociadas a gobernaciones perdidas por el partido de Gobierno, tampoco se escuchó que hubiera despidos o algún tipo de represalias.
-Esas campaña, ¿influye en el ánimo de las personas para llevarlos a votar por personas que no son de su preferencia o solo lo inhiben y lo llevan a abstenerse?
-Son varios efectos: uno, que la gente se pueda abstener de ejercer su derecho al voto. Lo complicado es cuantificarlo y aún no lo hemos logrado. Otro es que queriendo votar por determinado candidato, lo haga por quien no es su preferido impulsado por el miedo. Y en tercer lugar, aunque estés votando por el candidato que prefieres, sientas que puedes ser descubierto. Hay encuestas que indican diferencias entre cinco o seis puntos entre las dos principales opciones... En las encuestas ya se está midiendo el miedo, por eso debemos insistir en que el voto es secreto.
-Entonces, el miedo puede determinar los resultados...
-Sí, sobre todo en este tipo de elección local. Un ejemplo es la Alcaldía de Girardot (Maracay), donde en el año 2008 el candidato contrario al Gobierno perdió por una diferencia de 140 votos. Así que los mecanismos intimidatorios o la especie según la cual es posible saber por quién votó la gente gracias al satélite Simón Bolívar, son recursos cuya efectividad es falsa y ante los cuales el elector debe tener claro que el secreto de su voto está garantizado.
-¿Tiene a su disposición, el ciudadano de a pie, formas útiles de participar aunque no esté capacitado para ejercer el control de votos?
-Hay diferentes formas. Cada proceso electoral tiene unas etapas de antes, durante y después. En el "antes", el elector debe ubicarse en el registro electoral para verificar que allí aparece su nombre y tener la información sobre las opciones de voto, el nombre de los candidatos y partidos de su preferencia. Una vez terminadas las ferias electorales, quedan líneas telefónicas como la del CNE y Súmate para despejar dudas o disipar rumores según los cuales, por ejemplo, si dejas de votar por una de las opciones en liza, se pierde el resto de tus votos. Luego, "durante" la votación, la primera recomendación es que votes muy temprano porque puede que alguien haya usurpado tu identidad. Luego, nada debe impedirnos votar. Si afuera el elector no aparece en la lista, tiene el derecho de ir a la mesa a consignar su reclamo. Debe recordar siempre que el voto es secreto y que la tinta indeleble debe ser aplicada correctamente. Primero el dedo debe pasar por el desengrasante y luego se aplica la tinta. Si se observa que alguien puede votar varias veces. debe denunciarlo ante la mesa.
-¿La usurpación es frecuente?
-No queremos generalizar, pero en el pasado hemos recibido dos tipos de denuncias en zonas como El Cafetal. Una en la que la persona fue a votar y alguien había participado por ella. Y la otra, una señora sufragó varias veces a cambio de dinero. Es importante estar presente en los actos de escrutinio y verificación ciudadana a partir de las 6:00 p.m. acompañando a miembros de mesa y testigos, en defensa del voto.
El Universal
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