Ese grupo de investigación, desde 2004, hace un seguimiento juicioso a la política, a la economía, a la cultura, entre otros aspectos, del país vecino.
Semana.com: ¿Qué está en juego para las elecciones del 26 de septiembre en Venezuela?
Hugo Ramírez: Hay mucho en juego. En las pasadas elecciones la oposición se había retirado y le había dejado todas las curules de la Asamblea Nacional al Gobierno de Hugo Chávez, lo cual había ocasionado un desequilibrio entre los poderes de Venezuela. Actualmente, la oposición espera volver a hacer parte del sistema de pesos y contrapesos que es la democracia. Y eso es lo que está en juego: cuáles serán los pesos y los contrapesos al proyecto de Chávez.
Semana.com: ¿Cuáles son los principales temas del debate electoral para estas elecciones?
H.R.: Hay unos temas delicados. El primero es el tema energético. Como lo vimos durante este año ese tema va a ser importante dentro de la estrategia, pues ha demostrado ser el talón de Aquiles del gobierno. Es algo que no puede ser fácilmente solucionado.
Otro tema es la búsqueda de consensos mínimos entre oposición y gobierno. Parte del espíritu democrático es que a pesar de que exista un proyecto tan radical en Venezuela, existan unos mínimos comunes y los ciudadanos de ambas filiaciones políticas puedan dialogar.
Y otro aspecto significativo de esta campaña es el papel que pueden empezar a jugar las organizaciones de poder popular o comunal en Venezuela y la relación con sus representantes, porque el proyecto de Chávez está enfocado en cambiar la lógica de la democracia liberal de la representación, para pasar a un modelo de la participación y del protagonismo. En ese sentido es muy importante ver cómo los candidatos van a tratar de crear los puentes con sus electores.
Semana.com: La oposición aspira a lograr al menos una tercera parte de la composición de la Asamblea Nacional. ¿Qué significaría la conquista de esas curules?
H.R.: La oposición sabe que su capital político no es suficiente para ganar la mayoría de las curules en la Asamblea. Sin embargo, sus expectativas están puestas en lograr una tercera parte de los escaños. Eso significaría que el Gobierno tendría que hacer muchos más consensos con la oposición y no podría gobernar tan libremente como lo ha hecho hasta ahora. Éste puede ser un proceso muy interesante en tanto que podría darle un aire a la democracia venezolana, pues casi todas las actuaciones del Presidente Chávez pasan por la Asamblea Nacional.
Semana.com: Esta semana Chávez dijo que había que darle un viraje estratégico a su campaña y se refirió específicamente a “la conformación de las comunas”. ¿Qué quiso decir?
H.R.: Estas comunas son parte del discurso del presidente Chávez, en el marco de lo que llama el poder popular. Su objetivo es organizar a las comunidades de base, y que estas comunidades sean las encargadas de apoyar toda la maquinaria del Partido Socialista Unido de Venezuela. En términos estratégicos, no es algo que deba sorprender, pues esas organizaciones de base, con fines políticos, existen en cualquier país de la región.
Semana.com: Hasta hace poco dentro de la coalición oficialista de Venezuela había críticas a la instauración del nuevo poder burocrático. ¿Cómo está el chavismo internamente?
H.R.: El Partido Socialista Unido de Venezuela no es un partido fuerte, a pesar de que el presidente Chávez se ha empeñado en construir esa imagen. Por más que ha intentado armar unas instituciones para prolongar su proyecto en el tiempo, éste gira alrededor de su persona. Las tensiones que hemos visto en estos días se deben al interés de algunos de tener protagonismo en la organización, o a la falta de coordinación, en un partido en el que él sigue siendo la única figura.
Semana.com: La prensa internacional ha advertido sobre la falta de garantías que tiene la oposición. ¿Qué han dicho las misiones de observación en elecciones anteriores?
H.R.: El caso venezolano es muy particular, pues por la naturaleza del proyecto político creo que es el único país en el mundo al que asiste una comisión de veedores internacionales a unas elecciones de alcaldías locales, para avalar el proceso. Los procesos electorales se han mostrado como transparentes. Un retrato de eso fue lo que ocurrió con la derrota electoral de reforma constitucional que tuvo el presidente Hugo Chávez en el 2007. Denunciar fraude se ha convertido en una herramienta política, discursiva, para sembrar incertidumbre. Pero de todas maneras los resultados electorales que ha conseguido la oposición con el capital político que cuenta demuestran que el sistema electoral venezolano funciona.
Semana.com: En estas elecciones, en las que va a haber un trabajo arduo de la oposición por llegar a la Asamblea, ¿cómo cree que va a ser la participación?
H.R.: Creo que la participación va a ser alta. Chávez hace campaña en todas las elecciones no sólo en las que le competen. En las campañas regionales él acompaña a sus candidatos, porque es la única figura representativa del chavismo. Si uno mira en retrospectiva, las elecciones en Venezuela pasan por la imagen del mandatario. Entonces la gente sale a votar a favor o en contra de su proyecto, sin tener en cuenta la circunscripción que se está eligiendo en ese momento.
Semana.com Colombia
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