Felices y sonrientes. Así salieron el cardenal Jorge Urosa Savino y la presidenta de la Asamblea Nacional, Cilia Flores, del encuentro que sostuvieron ayer por más de cinco horas."El ambiente ha sido muy sereno, amable, cordial y con gran franqueza", destacó el arzobispo de Caracas; mientras Flores le agradecía el gesto de haber aceptado la invitación y subrayaba el "clima de tranquilidad" que reinó en el Salón Francisco de Miranda del Palacio Federal Legislativo.
Aunque se trataba de una reunión de la Comisión Coordinadora de la AN, donde participan la directiva y los jefes de comisiones permanentes y grupos de opinión, aquello se asemejó más a un cónclave: a puerta cerrada, prohibido el acceso a los medios de comunicación y sin transmisión en vivo.
Ante los diputados, Urosa Savino leyó un documento donde mantuvo cada una de sus críticas al proyecto del jefe de Estado, Hugo Chávez, y reivindicó su derecho a opinar.
"Con humildad pero con dignidad afirmo que no soy mentiroso", señaló el prelado, quien ratificó: "el Estado socialista marxista es totalitario".
Urosa Savino identificó ocho normas que, a su juicio, violan la Constitución de 1999: Ley del Consejo Federal de Gobierno, la reforma de la Ley Orgánica de Descentralización, Ley Orgánica de Educación, Ley Orgánica de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, Ley sobre la Organización y Régimen del Distrito Capital, Ley del Indepabis, Ley Orgánica de Procesos Electorales y el proyecto de Ley Orgánica de las Comunas.
"Esas leyes afectan el pluralismo político, fundamental para la vida democrática, pues incorporan la concepción socialista (...) lo cual consagra como obligatoria para todos los venezolanos una ideología, un sistema y una partidización", expuso el príncipe de la Iglesia católica venezolana.
Con respecto a la Ley Orgánica de Educación, fustigó la figura del "Estado docente", "que controla toda la cuestión educativa, excluyendo el pluralismo de las ideas".
Agregó que esos ocho instrumentos jurídicos "van en la línea de darle más poder a la Presidencia, en detrimento de las capacidades y el poder del pueblo, de la gente, de las regiones, de la familia y del ciudadano".
Sin novedad
El purpurado aclaró que jamás ha presentado denuncias o acusaciones contra Chávez y reiteró su respeto a las instituciones. "Yo he expresado mis opiniones en ejercicio del legítimo derecho a la crítica sobre la actuación de funcionarios en asuntos de naturaleza pública e interés colectivo", apostilló.
Urosa Savino insistió en que "no soy vocero de ninguna parcialidad política". "Soy un obispo, pastor de la Iglesia, servidor de Jesucristo y del pueblo venezolano todo (...) No me considero ni me he considerado nunca como actor u operador político", resumió.
Recordó que en el pasado la Iglesia católica también fijó posición sobre los problemas que afectan a la nación. "No nos encerramos en las sacristías ni nos escondemos tras el incienso de las ceremonias. Somos obispos de una Iglesia viva y activa, comprometida con el pueblo venezolano", enfatizó.
Asimismo, resaltó que "no he dicho nada nuevo" cuando advirtió que Chávez conduce al país por el camino del socialismo marxista que "es un equivalente a comunismo". "El Presidente en varias ocasiones ha afirmado ser marxista (...) Opino que llevarnos por ese camino implicaría dejar a un lado importantes principios constitucionales", acotó.
Pasar la página
Hace una semana, Flores tildó de "ultraderechista" y "fascista" a Urosa Savino; sin embargo, ayer aplaudió su disposición a escuchar "todas las reflexiones" de los parlamentarios.
"Podemos sacar como saldo positivo de este encuentro el reconocimiento de las instituciones por parte del cardenal", declaró la lideresa de la AN.
Flores comentó que Urosa Savino tuvo "una buena intervención". A su vez, informó que le enviarán al arzobispo de Caracas un conjunto de leyes para que las conozca y examine.
El Universal
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